febrero 19, 2011

HIMNO A NUESTRO PADRE CREADOR TUPAC AMARU...

     Hoy Feb. 19, cumplo con tu pedido de enviar la PRIMERA PARTE de la hermosa Creación de José María Arguedas, que ayer 18 se envió la PARTE FINAL...

                  "A NUESTRO PADRE CREADOR TÚPAC AMARU...

                    A Doña Cayetana, mi madre india, que me protegió con sus lágrimas y su ternura,
                    cuando yo era un niño huérfano alojado en una casa hostil y ajena.
                    A los comuneros de los cuatro ayllus de Puquio en quienes sentí por vez primera,
                     la fuerza y la esperanza.

     Túpac Amaru, hijo del Dios Serpiente; hecho con la nieve de Salcantay; tu sombra llega al profundo corazón como la sombra del dios montaña, sin cesar y sin límites.

     Tus ojos de serpiente dios que brillan como el cristalino de todas las águilas, pudieron ver el porvenir, pudieron ver lejos. Aquí estoy, fortalecido por tu sangre, no muerto, gritando todavía.

     Estoy gritando, soy tu pueblo; tú hiciste de nuevo mi alma; mis lágrimas las hiciste de nuevo; mi herida ordenaste que no se cerrara, que doliera cada vez más. Desde el día en que tú hablaste, desde el tiempo en que luchaste con el acerado y sanguinario español, desde el instante en que le escupiste a la cara; desde cuando tu hirviente sangre se derramó sobre la hierviente tierra, en mi corazón se apagó la paz y la resignación. No hay sino fuego, no hay sino odio de serpiente contra los demonios, nuestros amos.

     Está cantando el río,
     está llorando la calandria,
     está dando vueltas el viento;
     día y noche la paja de la estepa vibra;
     nuestro río sagrado está bramando;
     en las crestas de nuestros Wamanis montañas, en sus dientes, la nieve gotea y brilla.
     ¿En dónde estás desde que te mataron por nosotros?.

     Padre nuestro, escucha atentamente la voz de nuestros ríos; escucha a los temibles árboles de la gran selva; el canto endemoniado, blanquísimo del mar; escúchalos padre mío, Serpiente Dios. ¡Estamos vivos: todavía somos!. Del movimiento de los ríos y las piedras, de la danza de árboles y montañas, de su movimiento, bebemos sangre poderosa, cada vez más fuerte. ¡Nos estamos levantando por tu causa, recordando tu nombre y tu muerte!.

     En los pueblos, con su corazón pequeñito, están llorando los niños.
     En las punas, sin ropa, sin sombrero, sin abrigo, casi ciegos,
     los hombres están llorando más triste, más tristemente que los niños.
     Bajo la sombra de algún árbol, todavía llora el hombre, Serpiente Dios,
     perseguido como filas de piojos,
     más herido que en su tiempo.
     ¡Escucha la vibración de mi cuerpo!.
     Escucha el frío de mi sangre, su temblor helado.
     Escucha sobre el árbol de lambras el canto de la paloma abandonada, nunca amada;
     el llanto dulce de los no caudalosos ríos, de los manantiales que suavemente brotan al mundo.
     ¡Somos aún, vivimos!.

     De tu inmensa herida, de tu dolor que nadie habría podido cerrar, se levanta para nosotros la rabia que hervía en tus venas. Hemos de alzarnos, padre, hermano nuestro, mi Dios Serpiente. Ya no le tenemos miedo al rayo de pólvora de los señores, a las balas y la metralla, ya no le tememos tanto. ¡Somos todavía!. Voceando tu nombre como los ríos crecientes y el fuego que devora la paja madura, como las multitudes infinitas de las hormigas selváticas, hemos de lanzarnos, hasta que nuestra tierra sea de veras nuestra tierra y nuestros pueblos nuestros pueblos.

     Escucha, padre mío, mi Dios Serpiente, escucha;
     las balas están matando,
     las ametralladoras están reventando las venas,
     los sables de hierro están cortando carne humana;
     los caballos con sus herrajes, con sus locos y pesados cascos,
     mi cabeza, mi estòmago están reventando,
     aquí y en todas partes;
     sobre el lomo helado de las colinas de Cerro de Pasco,
     en las llanuras frías, en los caldeados valles de la costa,
     sobre la gran yerba viva, entre los desiertos.

     Pdrecito mío, Dios Serpiente, tu rostro era como el gran cielo, óyeme: ahora el corazón de los señores es más espantoso, más sucio, inspira más odio. Han corrompido a nuestros propios hermanos, les han volteado el corazón y, con ellos, armados de armas que el propio demonio de los demonios no podría inventar y fabricar, nos matan. ¡Y sin embargo, hay una gran luz en nuestras vidas!.¡Estamos brillando!. Hemos bajado a las ciudades de los señores. Desde allí te hablo. Hemos bajado como las inteminables filas de las hormigas de la gran selva. Aquí estamos, contigo, jefe amado, inolvidable, eterno Amaru.

     Nos arrebataron nuestras tierras. Nuestras ovejitas se alimentan con las hojas secas que el viento arrastra, que ni el viento quiere; nuestra única vaca lame agonizando la poca sal de la tierra. Serpiente Dios, padre nuestro; en tu tiempo éramos aún dueños, comuneros. Ahora, como perro que huye de la muerte, corremos hacia los valles calientes. Nos hemos extendido en miles de pueblos ajenos, aves despavoridas.

    Escucha padre mío: desde las quebradas lejanas, desde las pampas frías y quemantes que los falsos wiraqochas nos quitaron, hemos huido y nos hemos extendido por las cuatro regiones del mundo. Hay quienes se aferran a sus tierras amenazadas y pequeñas. Ellos se han quedado arriba, en sus querencias y, como nosotros, tiemblan de ira, piensan, contemplan. Ya no tememos a la muerte. Escucha, Serpiente Dios: el azote, la cárcel, el sufrimiento inacabable, la muerte, nos han fortalecido, como a tí, hermano mayor, como a tu cuerpo y a tu espìritu. ¿Hasta dónde nos ha de empujar esta nueva vida?. La fuerza que la muerte fermenta y cría en el hombre ¿no puede hacer que el hombre revuelva el mundo, que lo sacuda?.

     Estoy en Lima... etc" 

    (VER LA PRIMERA PARTE DE AYER 18... y gracias, mil gracias por reclamarme esta PRIMERA PARTE y solo así, completo, "se entiende el Mensaje de Arguedas, que nos enseña a mirar el Perú como nadie" -me decías- y con tu permiso, permíteme hoy 19,  dedicarle este HIMNO a dos seres queridos de ENERO 19 y JULIO 19... que se fueron muy lejos, cerca al polo norte...; a todos los ausentes de la Patria querida y a todos los que luchan por un mundo mejor de justicia y paz... ¿ qué dices ?)... Jajayllash la Vida !... Hildebrando.
    

    
                                

2 comentarios:

  1. vale la pena leer a Arguedas,de allí el miedo político de que este Año 2011 no lleve su nombre,que el pertenece con legítimo derecho

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  2. la vida y obra de Arguedas es el Perú universal de todas las sangres que se concretará con el nuevo presidente a elegirse en abril y no sera otro derechista corrupto

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