A NUESTRO PADRE CREADOR TÚPAC AMARU... Tupac Amaru Kamaq Taytanchisman...

     Tú eres el que escribe un Blog con tu Testimonio sobre el Cancer... Nunca pensé conocerte personalmente porque leemos tus Temas con otros pacientes y te diré que nos ayudas... Pero pensábamos sugerirte que podrías insistir con Arguedas y con las Elecciones de Abril y otros asuntos políticos que también abordas, lo cual nos libera en algo del cancer que de por sí ya nos abruma...

     -MUY FRANCA Y CORDIAL, ME SALUDA UNA JOVEN SRA.QUE TIENE LA CABEZA CALVA POR LA QUIMIOTERAPIA, PERO QUE NO USA SOMBRERO NI PELUCA, LO QUE DEMUESTRA QUE ES MUY VALIENTE Y FUERTE... ME CUENTA QUE ES ENFERMERA EN EL CUZCO Y QUE ESTÁ CON LICENCIA TRATÁNDOSE EN LIMA Y QUE AL ESCUCHAR MI NOMBRE PARA PASAR AL CONSULTORIO DEL ONCÓLOGO, SE ACORDÓ DE LAS FOTOS EN EL BLOG Y DECIDIÓ CONVERSAR ESPERANDO SU CITA Y YO LA ENTREGA DE MI "CONTRAREFERENCIA PARA OTRO AÑO MÁS"...

      Te agradezco pués buenísima Estela y no pensé que muy pronto enviarías a mi Correo un Tema de José María Arguedas "para seguir celebrando el Centenario de su Nacimiento" que precisamente hoy Feb. 18 tiene que ver con el 18 de Enero...,  verdad ?...

     HIMNO A NUESTRO PADRE CREADOR TÚPAC AMARU... (fragmento)

Arguedas VISIONARIO "nos enseña a mirar
el Perú como nadie": LIMA DE TODAS LAS
SANGRES Y EL PERÚ UNIVERSAL !...

     " ...Estoy en Lima, en el inmenso pueblo, cabeza de los falsos wiracichas. En la Pampa de Comas, sobre la arena, con mis lágrimas, con mi fuerza, con mi sangre, cantando edifiqué una casa. El río de mi pueblo, su sombra, su gran cruz de madera, las yerbas y arbustos que florecen, rodeándolo, están, están palpitando dentro de esa casa; un picaflor dorado juega en el aire, sobre el techo.

     Al inmenso pueblo de los señores hemos llegado y lo estamos removiendo, con nuestro corazón lo alcanzamos, lo penetramos; con nuestro regocijo no extinguido, con la relampagueante alegría del hombre sufriente que tiene el poder de todos los cielos, con nuestros himnos antiguos y nuevos, lo estamos revolviendo. Hemos de lavar algo la culpas pos siglos sedimentadas en esta cabeza corrompida de los falsos wiraqochas, con lágrimas, amor o fuego. ¡Con lo que sea!. Somos miles de millares, aquí, ahora. Estamos juntos, nos hemos congregado pueblo por pueblo, nombre por nombre y estamos apretando a esta inmensa ciudad que nos odiaba, que nos despreciaba como a excremento de caballo. Hemos de convertirla en pueblo de hombres que entonen los himnos de las cuatro regiones de nuestro mundo, en ciudad felíz, donde cada hombre trabaje, pueblo que no odie y sea limpio. como la nieve de los dioses montañas donde la pestilencia del mal no llega jamás. Así es, así mismo ha de ser, padre mío, así mismo ha de ser en tu nombre, que cae sobre la vida como una cascada de agua eterna que salta y alumbra todo el espìritu y el camino.

     Tranquilo espera,
      tranquilo oye,
      tranquilo contempla este mundo.
      Estoy bién ¡alzándome!.
      Canto;
      bailo la misma danza que danzabas,
      el mismo canto entono.
      Aprendo ya la lengua de Castilla,
      entiendo la rueda y la máquina,
      con nosotros crece tu nombre:
      hijos de wiraqochas te hablan y te escuchan
      como al guerrero maestro,
      fuego puro que enardece, iluminando.
      Viste la aurora.
      Me cuentan que en otros pueblos
       los hombres azotados, los que sufrían
       son ahora águilas, cóndores de inmenso y libre vuelo.
      Tranquilo espera.
      Llegaremos más lejos que cuanto tú quisiste y soñaste.
      Odiaremos màs que cuanto tú odiaste,
      amaremos más de lo que tú amaste,
      con amor de paloma enamorada, de calandria.
      Tranquilo espera, con ese odio y con ese amor
      sin sociego y sin límites, lo que tú no pudiste lo haremos nosotros-
      Al helado lago que duerme, al negro precipicio,
      a la mosca azul que vé y anuncia la muerte.
      a la luna, las estrellas y la tierra,
      al suave y poderoso corazón del hombre;
      a todo ser viviente y no viviente,
      que está en el mundo,
      en eel que alienta o no alienta la sangrte
      hombre o paloma, piedra o arena,
      haremos que se regocijen, que tengan luz infinita, Amaru, padre mío.
      La santa muerte vendrá sola, ya no lanzada con hondas trenzadas
      ni estallada por el rayo de pólvora.
      El mundo será el hombre, el hombre el mundo, todo a su medida.
      Baja a la tierra, Serpiente Dios, infúndeme tu aliento;
      pon tus manos sobre la tela imperceptible que cubre el corazón.
      Dame tue fuerza, padre amado".
     
      Jajayllash la Vida !...  Hildebrando.